martes, marzo 18, 2008

Laptop

Yo no tenía equipo personal de cómputo, esos a los que les dicen laptops.

Como suele suceder algunos días a la semana, me reporto con mi jefe para revisar en pocos minutos, algunos pendientes nuevos y viejos.

Este día fue especial, con el fin de proteger la identidad de mi jefe digamos que se llama Guimel.

La oficina de Guimel es amplia como la de todos los jefes, con una sala pequeña y una mesa de centro donde estpan los periódicos del día.

Al entrar me recibió con una sonrisa (como deberían de recibir los jefes a sus empleados) y después de pararse a saludar, camino hacia su derecha y abrió una caja que estaba en el piso.

De la caja, salió nueva impecable, reluciente, una computadora personal DELL, moderna, cuerpo color negro, lectora de CD's y DVD's con su respectiva quemadora, rápida, con Office 2007, moderna pantalla alargada y lista para ser usada por alguien.

Guimel se gira, extiende sus manos y dice: "Ten, esta es tuya".

Por fin, un equipo que me ayudará a tener las cosas a la mano, y así, sin pretextos, poder, desde donde sea (bueno no tanto desde mi casa por la estúpida protección al puerto 25 de TELMEX) enviar cotizaciones, archivos, mensajes, preparar agenda, actualziar información, checar listas, e inumerables cosas más que por no tener un equipo portátil dejpe de hacer en momentos muy importantes.

De inmediato pensé en las cosas que iba a necesitar, mouse inalámbrico (que ya tengo porque lo compré en mi viaje a los Estados Unidos, me gusta ser positivo) un buen maletín (porque en Colima no se entregan con maletín, eso es bronca tuya, pero en Guadalajara, es el maletín de la marca de la laptop, algún día llegaremos a esos niveles en informática) y hacer las negociaciones correspondientes para quedarme con el monitor y así seguir usando el teclado y el mouse inalámbrico que ya tengo la oficina.

Pensé en eso y en muchas cosas más, mientras sujetaba la lap y le agradecía a Guimel el que por fin pudiera yo tener una herramienta que había yo pedido por años.

Muchas veces me había lamentado en silencio por tantas y tantas cosas que había dejado de hacer por no tener laptop y eso se acabó.

Me sentía conforme porque una de las cosas que aprendí en el Congreso de Asuntos Estidiantiles en Boston, es que DAE, mi área no era vista con la importancia que requería dentro de una institución educativa y era la última en tomarse en cuenta.

Ahora las cosas cambiaron, ya tengo una laptop, dicen el el vox populi, hasta que la justicia hizo revolución.

Lástima, fue un buen sueño, fue la verdad un amargo despertar.

Sigo sin laptop y sigo sin saber cuales son las condiciones que se tienen que dar para que la tenga, pero no dudo de Guimel, seguramente hay razones de sobra para que las asignaciones sean hechas a todos mis compañeros a mi alrededor, menos a mi.

¿Algún experto en comportamiento humano que se ofrezca a dar ayuda?

Ya imagino lo que lee entre líneas de este sueño, que termino siendo pesadilla.

Ni modo, para esto es el blog, catarsis. ¿Que si lo leer Guimel o gente allegada? No me preocupa, esos mundos son paralelos para mi. Ya verás.

Adiós.

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