miércoles, marzo 01, 2017

El regreso.

Para ti, para mí, para todos.



Después de 4 años de pelear contra el ego y la autoestima, parece que estoy de regreso. 

Creo que ya lo había comentado antes, las redes sociales, yo las utilizo para acomodar ahí (lo mejor que pueda) el estrés, el aburrimiento, el agobio o solo el "güestin taim" como se dice en inglés.

Y no cabe en las redes lo que se tiene que decir, porque además, cada red tiene su perfil y su manera de decir las cosas. Facebook es la tortuga y además de lenta es poco confiable. esta red social mentirosa, engañosa o de dudosa reputación y como diría Mauricio Herrera, "en ocasiones ni duda queda". Twitter, es el correcaminos, explosivo, acelerado, pero lleno de filias y fobias, sin contar la variedad de personajes que tratan de aparentar lo que no son y hacer creer a los demás, que lo que todos vivimos no es perfecto porque, no es como ellos lo viven o como ellos quieren que lo vivamos. Es pues como un tren de alta velocidad, enfermizo, pero divertido. Debo confesar que las mejores risas me las ha sacado Twitter. 

Ya las otras redes sociales tienen su perfil,; que si el de las fotos, que si de los de curriculums, que si Tinder (que sepa la bola para qué sirve).

En este caso, en el del blog, lo que yo pretendo hacer, es poner las ideas más largas, la que dan más qué pensar o si se puede, generar un diálogo (bien hecho, haters abstenerse) acerca de lo que hago digo o pienso.

En las redes sociales nos vemos.

Por aquí nos estamos leyendo.

Por www.spreaker.com/sumaradio no estamos escuchando. (!Súmate a nosotros!)


Sergio Ursúa 

lunes, julio 22, 2013

La niña Doña Chuy y el Tacho "Matón"

Mi abuela, Doña Chuy, no tiene nada de extraordinario. Es como todas las abuelas. Es como casi todas las abuelas. Solo que es sobreviviente del ciclón de 1959 en Minatitlán. Y como todas las abuelas sobre sale la memoria a largo plazo. Por suerte.

Abuelas nada extraordinarias, que conocen cada planta que tienen sembrada en el patio; de esas que hacen salsas en molcajete que no probarás en otro lugar; de las que hacen tatemado colimote que no tiene igual; de las que saben hacer pozole y hacen cola las nueras y nietos cuando lo saben; de las que avisan hizo capirotada para que alcancen los que primero vayan; la que tiene la casa más grande que cualquiera de sus hijos aunque viva ella sola para que AHÍ se hagan las reuniones familiares; de las que se levantan de madrugada porque así lo han hecho toda su vida, atendiendo a hijos, marido, nietos, entenados; de esas abuelas que de chicas acompañaban a su mamá a todos lados, en mitad de una guerra cristera.

Yo la historia, la oí ya varias veces, tantas que creo que la platico (mal) cuando la quiero volver a oír.

Ayer le tocó a mis hijos (sus bisnietos) oírla. Mi hija la dijo: "bisa, cuéntanos esa historia de la guerra contra los curas, pero cuéntala como si fuera un elote, ponle sal, limón y chile". Mi hija me hace mucho caso cuando uso metáforas de la manera en como mi abuela cuenta sus historias de niña. Ella nunca entendió lo que le decía su bisnieta, pero se arrancó con la historia. Historia que NO voy a transcribir. No alcanzó a llegar al tono que pone ella.

El resumen es, "la guacha" que se lleva a mi tatarabuelo como guía a una hacienda y mi abuela (calcula ella haber tenido 8 o 9 años) acompaña a su mamá a seguir al pelotón. Son sorprendidas (y asustadas) por los mismos soldados y al llegar a la hacienda en cuestión, se vienen de regreso a su rancho. Lo que hay en medio de todo esto, es un deleite "ansina", "en ca'mi tía", "nixtamal", "asinita", etc. Relatos de la caza de venado para comer o cenar. De tortillas de mano y rábanos recién cortados para la comida (sin microdyn, sin, sin microdyn) y muchas cosas más.

El nombre "Tacho Matón" se oye en varias de sus conversaciones y tengo la esperanza de que alguien reconozca el mote y me pueda dar más datos.  Por lo que entiendo, militar duro, cruel y sin miramientos para nadie. Espero que algún lector letrado en historía regional de Jalisco/Colima me pueda dar más datos. Si no lo tengo, pues me quedo con las historias de mi abuela, que espero un día poder grabar, aunque sea en audio.

Gracias por leer.

Don Sergio Ursúa

La vida no se ha hecho para comprenderla, sino para vivirla.
Enviar frase
Jorge Santayana (1863-1952) Filósofo y escritor español.

Por orden en mi memoria, les puedo contar, vendedor de motores de lancha, de artículos de ferretería, diseño(?) y mantenimiento de albercas, fumigador, mecánico, marino, corredor de carros, motociclista, rescastista, bombero voluntario. Esa son las cosas que yo apenas recuerdo de MI PADRE. Entre líneas, entre oficios, recuerdo administrando un taxi, restaurando vehículos, además de la cacería, la pesca y los "amigos".

Él ya falleció hace unos años, pero como decía Facundo Carbal, hizo, por decisión, no sé de quien (o de quienes) lo que mejor pudo haber hecho por mi. En mi opinión personal. ¿Qué? No mantenerse tan cerca de mi. Se alejó de la casa, a otro lugar, a otros lugares.

Explorar, como hasta hace un pare de días, la vida de mi padre es algo que nunca deja de sorprenderme. Es abrir un puerta y terminar entendiendo que más que una puerta es una ventana o una puerta que deja abiertas y cerradas muchas puertas más. Unas incluso que ni ganas de dan de abrir.

Este texto no es un juicio, es una especie de catarsis, una especie de válvula.

Cuando comencé a madurar (hay gente que cree que ahí la llevo... ahí la llevo pues) comencé a hilar muchas de las cientos de cosas que viví con él y puedo darme cuenta de muchas cosas más, más de las que me podía dar cuenta en ese momento.

Entre semana algunos días, los veranos y en ciertas ocasiones especiales pasaba días enteros con él. Aprendí muchas cosas, pero son más las que dejé de aprender. Puede que hasta la fecha me digan "arregla eso, traes en la sangre meterle mano a las cosas (mecánica) para arreglarlas" y nada hay más alejado a la verdad que esa frase, soy un verdadero bruto para eso de la mecánica. Aprendí lo necesario para medio defenderme entre el mundo de los niños que hacen cosas con sus papás y la verdad no recuerdo conversaciones con mis compañeros de primaria acerca de mi papá. Recién le preguntaron a mi hijo que en qué trabajaba su papá y le dijo a su maestra: "mi papá no trabaja". Debe ser eso del Karma.

Sigo abriendo puertas y ventanas, no todas limpias, no todas claras, cada que platico con alguien acerca de mi padre. En ocasiones mis hermanas me recuerdan cosas que yo había mandado a mi papelera de reciclaje. Una ventana que había olvidado cerrar, algo así.

Un padre es eso, sin más, ni menos, sin exaltaciones ni menosprecios y solo me queda dejar en mis hijos una imagen del abuelo "bueno" que ya no tienen y que con esa imagen se queden.

Gracias por leer.

miércoles, julio 17, 2013

Propósito...

Tengo un firme propósito desde hace un par de días...

Aportar...

La cantidad de información que vuela por las redes sociales no da oportunidad de aprovechar los recursos de la red.

Lo que yo tengo como propósito, por bien personal y un poco colectivo, es, de todo lo que leo en todos lados, lo escrito, lo virtual, lo oído, lo que sea, de donde sea, poder rescatar algo que en realidad valga la pena compartir. Una nota, un comentario, una idea, pero que aporte algo al día a día.

No tenga NADA en contra de quienes tuitean todo lo que hacen, comen, dicen o piensan. De hecho sigo a tuiteros y tuiteras que según me dicen, el mismo Twitter pone un límite a los tuits que escriben porque exceden la cantidad de aportaciones que hacen en un día. No tenía la menor idea de que eso podía pasar, pero cuando veo que tiene  decenas de miles de tuits, simplemente las cuentas no me salen. Trato de imaginar que un tuit se escribe, por ejemplo, en 30 segundos y cuando lo multiplico por 50,000 tuits o más de algunas, simplemente no entiendo como hacen para caminar, hablar, trabajar...

No tengo nada en contra de las personas que en Facebook solo suben citas de Paulo Coelho, tengo la capacidad de no leer las citas y de bajar rápido la pantalla (y confieso que tengo la doble capacidad de no borrarlos de Facebook para no generar polémica con nadie) pero tampoco entiendo su paciencia y sus ganas de darnos lecciones a todos con las notas filosóficas que suben. A eso NO me refiero con aportar.

Aportar... buscar algo que me haga pensar, conocer, entender...

Aportar en verbo... mi, tu, nosotros, ellos... Me ayudas...???

Comida Árabe desde hace 20 años...

Hace un poco más de 20 años, una muy estimada (académica) amiga me invitó a comer a su casa, so pretexto de realizar un trabajo en equipo. Éramos 4 personas en total.

La idea era que al final de la comida, inmediatamente después haríamos el trabajo de alguna materia de la prepa, quien sabe cual y quien sabe de qué, de eso no tengo el menor recuerdo.

La comida, era árabe, algo que hace unas semanas, recordando la anécdota, me dijo el nombre, pero el árabe no es lo mío.

Lo que más recuerdo no es el trabajo, ni la materia ni mucho menos el tiempo que duramos haciendo el trabajo. Lo que tengo grabado en la mente es un sabor que "no entendía" y recuerdo que en la mesa había mostaza y tras amenidades como para aderezar el platillo.

Eran unos rollos empanizados, que imagino, por dentro tenían carne o algo así. Además recuerdo haber usado todos los aderezos posibles para ver si podía contrarrestar ese sabor que no era mi costumbre. Y los que me conocen bien saben que lo que de plano no me resulta de mi agrado es el apío (ya estoy trabajando en eso, se los juro) y se puede decir que como prácticamente de todo, pero eso sí me supo algo "raro".

Ella, ya casada, a recordado la fecha conmigo y se sigue quejando porque dice que el sabor de esa comida que se sigue preparando en su casa no es tan "raro" como yo lo recuerdo.

Está casada, tiene dos hijos que coinciden con las edades de mis hijos. Hoy sus hijos están de visita en mi casa. Hoy preparamos carne de res con verduras y salsa inglesa, soya y alguna que otra cosa que le da un sabor diferente pero agradable.

Durante el tiempo que estaban comiendo, observaba la cara del niño, el más chico y caí en cuenta que las caras que él hacía, eran casi con toda seguridad las caras que yo hacía cuando probaba la comida que me sirvió la abuela de ese niño.

Caí en cuenta que mi cara de risa fue sin duda, la misma cara  de risa de los papás de mi amiga, que sabían que un grupo de adolescentes colimotes no estaban acostumbrados a comidas de ese tipo.

Caí en cuenta del tiempo que ha pasado...

Blogeando de nuevo...

En esto de escribir en un Blog, lo primero que hay que hacer es perder la flojera o tener tiempo. En mi caso, tuve que hacer las dos cosas.

Facebook y Twitter han crecido desde que yo tenía este blog y veremos si puedo hacer que regrese la musa que me gusta que me dicte al oído. No es fácil, pero lo intentaré.

En el mejor de los casos, podrían ser los primeros pasos de un libro.

De entrada gracias por leer y si puedes y te gusta, comparte.

Todo sea por compartir lo que se piensa, lo que no se dice o lo que se dice a medias.

Gracias por leer, en verdad, gracias.

jueves, abril 26, 2012

Aborregado

Hay asuntos que se quedan en el olvido y hay asuntos que generan reacciones por todos lados y de todos tipos.

Existen asuntos de los que no se habla más una vez que cumplen su periodo de vida, unos son como la vida de algunos insectos que mueren el mismo día que nacen y hay otros que son un poco más longevos.

Ya hace unos días, no muchos, dos cosas sonaron en los medios. Una, la emisión de cartas por parte del Presidente Felipe Calderón y el otro asunto, muy lejos de aquí, algo que podemos llamarle para ponerle un poco de sal y pimienta al texto, el "Botsuanagate".

En el primero, el Presidente de la República, violó el Art. 134 de la Constitución con la emisión de unas cartas a contribuyentes que habían cumplido con sus obligaciones fiscales. El otro Real asunto, tiene que ver con un tour del Rey Juan Carlos (Juanca para los muy cuates) donde tuvo a bien, con cargo a uno de esos ricachones que vive en España, ir a una gira social-deportiva a cazar animales.  Donde vino lo del "gate" fue donde tuvo un incidente que le lastimo la cadera y donde se puso peor es cuando el mundo se entero que alguno de los animales que cazaba eran elefantes.

Un poco de más de sal y pimienta.  ¿Elefantes? ¿En serio? ¿Así de grande la presa? Yo estuve horas junto a mi papá a la mitad de la noche esperando algo que cazar, en silencio, imaginando que los ruidos que oía era cientos de animales feroces que nos cazaban a nosotros. Y el Rey de España fue a cazar elefantes. Eso no es cacería, eso es solo socialité. Entiendo que no sé mucho de cacería, pero con lo poco que sé, creo que tirarle de balazos a un elefante pues es más ganas de no hacer nada.

El asunto de la grave (¿?) violación a la Constitución fue asunto de la vida de un insecto. Se dijo, se repudió, se indignaron (los que siempre se indignan o los que se indignan de todo, al final algunos solo tienen en los medios esa función) pero murió a los pocos días o por lo menos ya no ha dado de que hablar, porque la prensa y las redes sociales no dan ya más cuenta de esto.

El asunto de la muerte de los elefantes, tiene un poco de más vida, todavía ayer martes leía declaraciones en las redes sociales de diversas plumas, conciencias y egos.

Todo es por una sencilla razón.  Soy un firme creyente de que las dos cuestiones son graves y además, me dijo públicamente un periodista nacional, que soy un "aborregado" porque yo creo firmemente que es peor que un Rey mate un elefante a que Felipe Calderón mane cartas agradeciendo el pago de impuestos.

¿Quién se acuerda ahora de esas cartas? ¿Cuántas cartas de periodistas o intelectuales ha generado al día de hoy? ¿Tantas como el asunto del elefante?


Si me dicen  "aborregado" no importa, me preocupa la Constitución y las cartas, pero más me preocupa el planeta y los que con actitud, balas o actos de mera "socialité" como lo es para mi ir a matar elefantes,  lo acabamos.


Yo quiero que en muchos años más mis nietos vean animales vivos y no que vayan y compren libros con títulos como "Las Cartas Malditas de Felipe que hicieron que desapareciera un país" de la sección de infantiles y ciencia ficción escrito por un periodista del cual se omite su nombre, no sea que se enoje de nuevo.


Resulta que soy de nuevo aborregado, ¿Por qué? Porque pienso de nuevo que es peor quemar intencionalmente un bosque que unas estúpidas cartas. ¿Será?