El Aeropuerto

Por lo general, los aeropuertos se pueden dividir en dos grandes partes, los felices y los tristes.

De ahí, cada uno de estos grupos pueden dividirse por una lado en los felices que llegan y los felices que los esperan.

Los tristes, en lo que se van y en los que despiden a los que se van.

Ahí mucha gente que pasa desapercibida, como los que limpian el aeropuerto o están en los puestos de venta. Nadie se acuerda de ellos. Deambulan también por ahí los policias federales que tiene como regla de oro, ser de físico y cara mucho más notables de los que se pueda usted encontrar en la carretera.

Pero los que no caben en estas denominaciones, son aquellos niños que por falta de años, o de ganas, esperan a los que llegan. Los niños que no entienden lo que es la distancia (o lo que cuesta un boleto de avión) sólo esperan la llegada de la tía, el abuelo o el primo, que dentro de las bolsotas con las que llegan, sobre todo del extranjero, y si viene en caja de cartón cerrada con ixtle, están, desde antes de salir del aeropuerto, picando la cinta con la que viene pegada la caja para ver que hay dentro. Aunque a veces, se dan cuenta con mucha tristeza que es solo ropa, el regalo que más odían los niños al momento de recibir un regalo.

Si quieres ver un espectáculo digno de observarse es la llegada de los vuelos internacionales. De entrada te darás cuenta que todos los vuelos sin excepción, vienen retrasados, por unos minutos (que fácilmente se convierten en una hora y media. Pero puedes ver a las personas que los esperan, desde antes de que salgan de la puerta que los separa de la zona de equipajes con el interior en sí del aeropuerto. Y estas personas, mucho antes de que salgan se deshacen en señas cuando es obvio que tarde que temprano sus familiares pasarán justo sobre ellos, porque de hecho estorban la salida de los demás pasajeros, pero les hacen señales como para que se enteren de que están ahí y que no se vayan a ir para otro lugar. Eso es como meterse a un río hasta el momento que uno decid cual agua de toda la que viene en el río es la que queremos que nos moje... es la misma agua y tiene que pasar por el que se baña en ella...!!!

De la gente que va a dejar a la gente y espera en una de las sillas del aeropuerto, hasta que el avión despegue, dejé la pista, tome rumbo, pues de esos ni hablo para no quemar gente, porque me pegan mis suegros.

Adiós.