En dos lecturas de esta semana me he topado con comentarios alusivos a este tema.
Desafortunadaente en México, a diferencia de otros países de primer mundo como el de nosotros (un saludo a Carlos Salinas de Gortari, que es de los pocos que está seguro de esto) no existe una legislación que permita ir sobre aquellos cobardes, que detrás de una direcció de correo electrónico demuestran su bajeza y su falta de cultura (agricultura como bien decía don Mario Moreno).
Uno, en el periódico Ecos de la Costa cun un finísmo habitante del estado de Jalisco (así parece) que lo amenaza) y lejos de Colima, por allá en el norte del país, León Krauze (hijo del conocido investigador Enrique, del mismo apellido, fue duramente insultado por un individuo, por su ascendencia judia.
Ambos casos, que no creo que sean casos asilados, no se puede hacer nada en contra de estas personas, no hay ley que los castigue o por lo menos los reprima o los regule.
Ya es tiempo de que hagamos algo, si no más delante, a los senadores, los van a fraudear por correo electrónico, como ya lo hicieron por teléfono y no van a tener como defenderse.
En el Ecos de la Costa, en la columna del domingo, hablaremos más sobre este tema.
En un anexo próximo, reproduciré la carta que el tipejo le escribe a León Krauze.
Por lo pronto, vamos a ver e Neto Cortés al teatro Hidalgo, antes de que se vaya a Uruguay (esa es otra historia) y se le olvide el español.
Hasta luego.
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