Yo digo: La cantidad de semáforos y de señalas restrictivas con el fin de regular el tránsito de una ciudad tan pequeña como Colima es inversamente proporcional con la educación vial de los conductores.
Poca educación, muchos semáforos y señales.
No me salgan con que es el precio que se paga por ser ciudad grande, ¿grande de dónde? a menos que sea del ego.
Adiós.
No hay comentarios:
Publicar un comentario