El trabajo, y la neta un buen par de jefes, me han llevado hasta esta bella ciudad de Baltimore.
Hace frío y en muchas de las casas pareciera que están habitadas por fantasmas.
El Inner Harbor es un lugar nque en realidad vale la pena visitar y más con una buena cámara, la mía no es buena y menos si la dejo olvidada en el cuarto del hotel.
Aquí conocí a Dinora, una señora que su prigen es en Puebla pero que vive aquí y está casada con un Peruano (a eso se le llama globalización) y de lla hablo un poco más en la columna del domingo (por fin pergeñaré uno más de mis artículos ahí... chiste local)
Mañana a conocer un poco más y por supuesto la Universidad Johns Hopkins, que de noche luce muy bien, espero que de día mejor.
Después a volar a Boston.
Y yo en compu prestada, pero trataré de día a día llevar una reseña.
Adiós.
¿Dónde están mis hijos y mi esposa?
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