sábado, febrero 02, 2008

Artículo para el Ecos de la Costa

ECOS URBANOS
Hoteles

Sergio Ursúa

¿Servicio de habitaciones? Mándenme una habitación más grande.
Groucho Marx (1890-1977) Actor estadounidense.


Estos son días de Carnaval, permítame entonces tocar un tema banal y que pudiera parecer poco interesante. Trataré de la mejor manera lingüística posible, hacerla amena e interesante.

Yo, como la mayoría de los mortales, gusto de viajar, aunque casi no lo haga por cuestiones meramente financieras, igual, como la mayoría de los mortales, pero mi trabajo afortunadamente, me ha permitido andar un poco de aquí para allá y en mi experiencia he ido, de un día para a otro del asombro por lo muy bueno al asombro por lo muy raro, a veces exótico.

Y es que en cuestión de habitaciones de hotel, puede usted encontrar tantas cosas distintas y raras que bien valen la pena mencionarlo en este espacio. Y créame, para nada es presunción, ni queja porque aún en aquellos hoteles donde he estado que no me ha ido del todo bien, hay cosas buenas que decir o recordar.

Del asombro por lo muy bueno, con un poco de mezcla de lo exótico, el hotel Pueblo Bonito (Los Cabos) con enormes habitaciones y servicios de primera clase, como crema para el cuerpo, canasta con frutas, servicio a la habitación las 24 horas y demás bondades. De lo exótico, Tepatitlán (hotel en algún lugar de este pueblo, cuyo nombre no quiero recordar) donde solo cabe una cama y un solo buró. De lo más sufrido, un hotel con un larguísimo elevador que corría por el centro del edificio de 21 pisos y que para un aerofóbico como yo, son un sufrir y más si la habitación asignada es la quinta del décimo piso. En San Juna del río, Querétaro, una habitación con piso de piedra y accesorios de baño “antigüitos” incluidas las llaves regadera y lavabo, con adornos alusivos a la fiesta brava. En Tapalpa, de las más frías, donde dos o tres tercios de leña no hacen el calor suficiente durante toda la noche. La habitación más indiscreta en Irapuato. Una habitación con vista a una de las avenidas principales de la capital mundial de las fresas, que tiene baños con ventanas a la altura de las rodillas, en los pisos superiores. Me han hospedado dos veces ahí y sigo sin entender la razón de esas ventanas (y peor aún, sigo sin entender porque me siguen hospedando ahí) porque si uno se agacha un poco, puede ver claramente como estará el tráfico cuando salga uno a la calle.

Pero de las más raras y no por su construcción o características propias, fue en la ciudad de Cuernavaca. Como siempre, mis divertidas cuestiones laborales me llevaron allá hace exactamente 4 años, invitado por Hugo Moreno (uno de los tantos que hay en Colima que es uno de los dos homónimos que yo conozco) y desde que llegué al hotel, me llamó la atención la pasividad, tranquilidad, casi podía decir soledad que se respiraba. Una recepción donde nadie recibía, había que tocar un timbre y en vez del botones lo que aparecía era la recepcionista. Las habitaciones casi distribuidas en forma lineal y aún con eso, no muy fáciles de accesar. Todo transcurrió con normalidad, incluso mi esposa, que se encontraba en el DF me alcanzó en el hotel y notó los mismos detalles que yo menciono y después de la obligada visita a la zona arqueológica de Xochicalco y una comida de cecina de Yecapixtla, regresamos a Colima.

Unas semanas más tarde, sino es que meses, reparé en los detalles del hotel y sus habitaciones, ese ambiente de rara tranquilidad. En ese hotel y espero que por el bien de mi salud mental, había ocurrido la muerte de uno de los extras de la película “Juana la alacrana” (cinta que nunca vio la luz, ni creo que la vea algún día) a manos del actor Flavio Peniche, por un supuesto error en el manejo de la utilería, unos meses atrás. Fue en ese hotel, a un lado de esa apacible alberca donde se dieron estos lamentables hechos. A Hugo pues, le debo la estancia en el hotel más “célebre” de todos los que he visitado.

Nunca puede uno saber que va a encontrar en una habitación de un hotel, pero por eso son divertidos los viajes, aún cuando son por cuestiones de trabajo.

Estas y otras cosas que no se pueden escribir en este espacio en sergioursua.blogspot.com y se reciben comentarios de todo tipo en: sergioursua@itesm.mx

*El colaborador es Director de Asuntos Estudiantiles del Tecnológico de Monterrey Campus Colima e instructor de liderazgo de la Universidad TecMilenio Campus Colima

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